martes, 13 de noviembre de 2012

No soy perfecta pero puedo ser lo que tú necesitas.

No, no soy perfecta. Me enfado con facilidad y me comporto como una niña cuando no obtengo lo que quiero. Y créeme, puedo llegar a ser insoportable. Soy muy sensible y lloro por cualquier bobería. Así que imagínate como me puedo poner si me rompen el corazón. Aparento ser fuerte pero en realidad soy todo lo contrario. Hoy no sé ni como sigo aquí. Todo me afecta. El mínimo gesto, la mínima palabra la malinterpreto y me hace daño. He dejado escapar a las personas que más quiero por culpa de mi orgullo. Eso es lo que más odio de mi. Mi orgullo. Soy incapaz de dar mi brazo a torcer, y te hará falta mucha paciencia para quererme. No querrás que alguien como yo entre en tu vida, pero cuando llegue no querrás que me vaya. Podría pasarme horas y horas oyendo problemas ajenos sin aburrirme ni un solo minuto. Soy capaz de dar los mejores consejos y luego no aplicarlos en mi. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más me empujaron y caí estampada con la tercera. No me cansaría jamás de alguien a quien amo. Ofrecería mi lealtad y compañía incondicional, y ni me plantearía fallarte. Con el tiempo aprendí que nada es eterno. Y que si no fallas te fallan, eso es así. Tarde o temprano te harán daño, por eso yo no me fío ni de mi propia sombra.

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