Así soy y seguiré siendo.

Tengo muchísimos más defectos que virtudes. Soy borde, testaruda, cotilla, contestona, orgullosa, y bipolar en ocasiones. Soy rencorosa. Soy muy impulsiva. Digo las cosas sin pensármelas dos veces y a veces me arrepiento. Puedo resultar cabezota. Me río cuando no debo y lloro cuando nadie me ve. Muestro una máscara al mundo para que nadie pueda ver que realmente estoy mal.. Si quieres algo, vas a tener que demostrarme que te importo. Soy de esas que siempre van por el camino difícil, lo que hace que me equivoque mil y una veces. Soy una paranoica, doy mucha importancia a las cosas y demasiado cariño a personas que no se lo merecen. Creo que no hace falta decir que no soy perfecta y no me creo ni la más guapa, ni la más lista, ni la más perfecta, es más, siempre me infravaloro, aunque mucha gente piense que lo digo para que me alaguen. No importa dónde, cuándo ni cómo, sólo importa el con quién. Puedo parecer dura, pero soy todo lo contrario. Soy esa chica que ríe porque se quiere reír. Esa que llora porque le da la gana o simplemente porque lo necesita. Esa que no se gusta, tanto física como psicológicamente. Soy esa chica que canta y grita por la calle. Esa que baila en los parques. Esa que aunque esté echa una mierda por dentro, intenta mostrar al mundo la mejor de sus sonrisas solo para no destrozar la tarde a los demás. Esa que si ve mal a una persona que quiere intentará hacer todo lo posible por verla sonreír. Nunca miento, jamás lo hago. Si algo no me gusta lo digo sin miedo a nada. A los amigos de verdad los cuento con los dedos de una mano. Cuando alguien me falla, siempre me derrumbo, aunque parezca que me resbala no es así, ese es otro de mis defectos. Esta soy yo, con más defectos que virtudes pero soy así y no cambio por nadie. 

Simplemente yo.